viernes, 19 de diciembre de 2014

Vacía sin ti

Blanca paloma coqueta,
como tórtola en el arrullo
como esa madre que enseña
a volar, a sus indecisos hijos.
Tus ojos, dos perlas negras,
tus manos, roce divino,
flores grana tus risas,
tus lágrimas cristal muy fino.
¡Amabas y no podías decirlo!
ésa era la causa de tu mal.
Sufrías, agonizabas en silencio
y nunca lo supe apreciar.
Fría y serena te veía morir,
ante mí, tu corazón ya no palpitaba
y, ahora que no puedo hacer nada
me encuentro vacía sin tí.
Ya descansas en tu último lecho
bajo una lápida fría y hermosa
sobre tu pecho una rosa
una sonrisa desfigurada en tu boca.

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